El Grupo
Quim Farinha Violines, nickelharpa
Quim Farinha siempre sintió una fuerte atracción por la música folk. Recuerda como momentos muy excitantes de su vida los primeros festivales de Ortigueira, el concierto de Milladoiro un 25 de julio en la plaza de la Quintana de Santiago de Compostela y cuando en el año 1983, estando interno en un colegio de curas tuvo que pedirles permiso para asistir a un concierto de Gwendal.
Estudió violín con Laura Quintillán, la primera violinista de Milladoiro, y en el Conservatorio Histórico de Santiago de Compostela.
Empieza su trayectoria profesional a finales de los 80 y principios de los 90, participando en algunas de las formaciones folk más relevantes del momento como Dhais, Xorima o Fía na Roca. Desde 1998 es violinista de Berrogüetto.
Es necesario destacar también su participación en otros proyectos de diversos estilos como Sol de Farofa (bossa nova-jazz), Talabarte trío (folk-jazz), Aló Djangó (swing). Suele participar en foliadas, como la organizada semanalmente en el pub compostelano Casa das Crechas. Se trata actuaciones improvisadas con compañeros de profesión y músicos aficionados, donde lo que prima es compartir música y buenos momentos.
Realizó varias colaboraciones discográficas con la cantante Uxía, pero también con Mugardos, Anubía, Emilio Cao, Pepe Vaamonde grupo y Malvela, entre otros.
Como violinista, nos aporta una manera particular de interpretación basada en la digitación y repertorio propios de la gaita gallega, aliñado con ciertas influencias de músicas de otras latitudes, cerca de las fronteras del jazz.
Entre los años 1997 y 99 fue profesor de violín en el Conservatorio de Música Tradicional en la Universidad Popular de Vigo. Tarea que también desarrolló en el Conservatorio Folque de Lalín.
Sin duda Quim Farinha es un artista multidisciplinar: músico, fotógrafo, ebanista y lutier. Como fotógrafo es imprescindible destacar la magnífica serie realizada para el último trabajo discográfico de Uxía, Eterno Navegar. Su actividad como lutier se plasma en la fabricación de instrumentos como el nickelharpa, empleado en la grabación del quinto disco de Berrogüetto, Kosmogonías (2010).
Fruto de su propio apego por el arte, impulsa la relación de Berrogüetto con el arte contemporáneo, que se aprecia en el especial cuidado con que el grupo trata la dirección artística de cada disco.